En la mayoría de los centros que conozco y que están intentando hacer cambios metodológicos, en evaluación, en la gestión, etc... se encuentran con el handicap que no tiene recursos suficientes. Ya sea a nivel económico, ya sea a nivel tecnológico.
En mi caso, me centraré en la falta de recursos tecnológicos para realizar nuevas metodologías que utilizan las TICs para su desarrollo.
A diario podemos ver en las noticias como aparecen centros en los que hay una transformación educativa de la mano de la tecnología y nos planteamos si alguna vez esa tecnología la llegaremos a ver en nuestras aulas. Hablamos de aulas sin papel en la que usamos tablets, aulas del futuro con robots, clases en las que se usan gafas de realidad virtual.
La realidad es que esta tecnología no está al alcance de los presupuestos de la mayoría de los centros educativos, especialmente de los centros públicos donde los recursos son, por decirlo de una forma amable, muy ajustados.
Buscar alternativas para llevar a cabo la revolución tecnológica en nuestras aulas podría ser uno de los problemas que de resolverlos ayudaría y mucho a la comunidad educativa, especialmente a las escuelas públicas de nuestro país.
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