Desde que llegó a nuestras casas de una forma habitual Internet y la muchas herramientas que nos permiten a través de la red, encontrar aquello que necesitamos, la forma en la que obtenemos el conocimiento ha cambiado de forma radical. Ya no tenemos unas pocas fuentes de información, sino que un pocos minutos podemos encontrar cientos de sitios Webs que nos aportarán los conocimientos que necesitamos para realizar la tarea o resolver el problema al que nos enfrentamos en cada momento.
Nuestro sistema educativo tiene por tanto que adaptarse a estas nuevas formas de aprender, donde el docente ha dejado de ser la fuente principal de conocimiento para ser un guía que deberá enseñar a sus discentes no solamente donde encontrar la información, sino a discernir entre información veraz y real e información adulterada o no válida. Con esto no quiero que parezca que defendemos un abandono total de las técnicas memorísticas, no es que ya no hay que memorizar y recordar datos porque están a nuestro alcance en internet, sino que tenemos que tener muy claro, cual de todos los datos que memorizábamos antes, son necesarios y cuales no.
No es cierto, como en algunos ámbitos educativos podemos escuchar, que el alumnado de ahora tiene muchos menos conocimientos que antes. En la actualidad, además de la mayoría del conocimiento que se adquiría hace años, ahora tenemos también que aprender a usar las nuevas tecnologías, tener ciertos conocimientos de ciberseguridad ya que estamos más expuestos y además tenemos un mundo mucho más cambiante y exigente.
Los espacios educativos son entornos de aprendizajes que deben favorecer la adquisición de todos los antiguos contenidos y también los nuevos, utilizando tanto las viejas como las más modernas metodologías de forma que nuestros alumnos y alumnas aprendan de la forma que mejor se adapte a su manera de aprender. Un espacio de aprendizaje es mucho más que un aula, debe, en el entorno escolar al menos, que incluir a cada uno de los espacios del centro educativo, aulas, pasillos, gimnasios, salas de reuniones, bibliotecas, etc…
En un espacio educativo, cada uno de los lugares de este, debe propiciar el aprendizaje y debe poner a disposición del alumno las condiciones necesarias para que si ese alumno desea aprender algo en ese momento y lugar pueda hacerlo.
Un espacio educativo con estas características, favorecerá que los alumnos lean, debatan, estudien, analicen, investiguen, etc… no solo en su aula sino en cualquier otro lugar y momento de su tiempo en el centro educativo. Esto sin duda, será un factor muy favorable para que la calidad de la educación que reciben mejore sustancialmente.
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